La clase empieza con ejercicios llamados pavamuktasanas, que estimulan las articulaciones principales liberándolas de las toxinas.

Se continúa con prácticas de limpieza de las vías respiratorias, que eliminan la polución acumulada mejorando así la oxigenación y el nivel de energía del organismo.

Con los saludos al sol se calienta y se prepara el cuerpo para la segunda parte de la clase. La finalidad de estos ejercicios encadenados es estimular todo el cuerpo y flexibilizar principalmente el eje vertebral.

Siguen diferentes posturas en diferentes planos: de pie, en equilibrio, en el suelo e invertidas. Está científicamente comprobado que las asanas no sólo benefician las partes del cuerpo implicadas, sino que además estimulan el organismo a nivel más profundo. Poco a poco, con la práctica, tanto el cuerpo como la mente van ganando flexibilidad, equilibrio y fuerza, mejorando la coordinación, la concentración y la confianza en uno mismo.

La clase se concluye con una relajación consciente, que permite asimilar el trabajo recién acabado, a la vez que proporciona calma y bienestar.